Antes de tener un hijo, yo no era de las personas a las que los niños les alterara la vida, no es que me desagradaran, para mí no eran ni fu, ni fa...
Después de tener un hijo eso cambió radicalmente en mí, porque me di cuenta por primera vez que los cachorros de humano son seres indefensos por mucho tiempo, no como otros animales que en un año o meses están listos para valerse por ellos mismo. Los niños necesitan de alguien que los cuide por mucho tiempo (algunos hasta cuando tienen canas).
Ahora cuando veo niños me sale mi ternura y mi tristeza, si antes la pobreza me conmovía y perturbaba, hoy ver a un niño indefenso en la calle no me deja vivir en paz. Esa foto del WorldPress Photo del 2003, me mató, no podía parar de llorar y aún ahora me conmueve...
Pero algo más cercano, y por eso sigo sin ver las noticias, escuché en la radio de un accidente de un pequeño bus escolar con un bus, y un niño de 4 años que iba a su escuela se murió por el choque, yo sentí angustia, de esa angustia que se queda en el pecho como un nudo y causa dolor.... es que la vida puede ser tan corta, perderla en cualquier instante, y peor aún perder la vida de tu cachorro humano así de forma tan fácil...
Y me siento paralizada, con terror, impotente, qué puedo hacer, si hay tantas variables que no dependen de mi, que lo que puedo evitar lo evito, pero no puedo estar ahí todo el tiempo... y tengo este sentimiento de culpa que me envuelve.
Ahí es cuando fervientemente quisiera creer en un Dios, para sentir que hay un ángel o algo así sobrehumano que va a cuidar a mi cachorro cuando yo no estoy cerca.
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