jueves, 27 de septiembre de 2007

La leyenda del Cacuy



Por Flavia Toscazo

El Cacuy (conocido también con el nombre de urutaú) es un pájaro nocturno que habita el norte argentino, cuyo canto, muy parecido al llanto de una persona, ha dado origen a una hermosa leyenda que mis padres me contaron cuando era chica…

Juntos, en el monte, vivían dos hermanos tan distintos uno de otro como el día lo es de la noche. Él era un muchacho de buen corazón que quería tiernamente a su hermana y hacía todo por complacerla. Ella, caprichosa y egoísta, retribuía tanto cariño con maldades e ingratitudes.
Su corazón era tan duro que un día terminó por cansar a su hermano: “Que muera (decidió él entonces) pero no la matarán mis manos.” Y sabiendo cuánto le gustaban los dulces a su hermana le dijo que en un árbol, no muy lejos de la casa, había encontrado un panal de abejas, pero que necesitaba su ayuda para poder alcanzarlo. Sin imaginar lo que él tramaba, ella lo siguió hasta el lugar. Cuando llegaron, le pidió a su hermana que vendara sus ojos para que los protegiera de las picaduras...
Cuando alcanzaron la copa, ella esperó las indicaciones de su hermano, sin darse cuenta que él había comenzado a bajar cortando las ramas para impedirle el descenso.
Así las horas fueron pasando. Rendida de cansancio y como nadie contestaba sus llamados, se quitó las vendas y, al darse cuenta de lo ocurrido, se largó a llorar amargamente, arrepentida de su mala actitud. Tanto sufría allí arriba que Dios se compadeció de ella y transformó sus brazos en alas para que pudiera escapar. Desde entonces, el Cacuy llama con su triste canto al hermano perdido.

2 comentarios:

  1. Conocí la leyenda del urutaú en la escuela primaria. Muchas otras que no recuerdo hasta que las leo o las mencionan de nuevo.
    Hace un tiempo paso por el blog para leerlo, have varios días que no visitaba, y me sorprendieron muy feo los posts del 23 y 24 de septiembre, no sé si son realidad o un cuento intercalado en el blog, cosa que a veces la gente hace.
    Un abrazo de cualquier forma, y que los días por venir te deparen paz, colega.

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  2. jajajaj, es verdad que suena a ficción, pero no soy buena para escribir nada de ficción, soy demassiado terrenal, son cosas que me pasaron en la vida. Gracias por la visita

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