viernes, 12 de septiembre de 2008

Llorar

Sigo tosiendo como perro, sin descansar como me gusta, a medio gas.
Ayer todo el día (de 9 a 3) salí con dos mamás (aún no puedo decir amigas), fuimos a hacer cosas que cada cual tenía que hacer, comimos juntas, ellas iban con sus hijos pequeños empujando el cochecito, yo sólo con mi cartera. Al llegar a la escuela a recoger a nuestros hijos otra mamá que me cae bien sin conocerla, se me acerca me dice que qué valiente es el Bernardo, qué lo ve feliz en la escuela y me pregunta que cómo me siento yo, que si me siento aislada, y yo me puse a llorar como una niña. Qué iras, mal momento para llorar ahí con todos los papás esperando, llorar con una desconocida que debe haberse quedado asustada con esa respuesta a una pregunta.


5 comentarios:

  1. uy!, de ley que se ha de haber asustado; pero, a veces los amigos nacen de ese tipo de cosas jejeje.

    Un abrazo.

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  2. I feel your pain! Te mando muchos abrazos.

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  3. Pues que alegría que soltaste a llorar, a veces todas esas lágrimas se nos quedan dentro y entonces si que nos hacen daño, y como dice Kodama, quien sabe, ese pudo ser el inicio de una gran amistad.
    Por cierto, he colocado tu blog en mi lista de favporitos espero que no te importe...

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  4. ayyyyyyyyyyyyyyyy. eso de ser seres sensibles a veces se nos va de las manos, jeje. Pero qué alegría saber que se preocupan por ti.

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  5. Abrazote para ti, imagino que no debe ser fácil, pero todo va a estar bien!

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