La visita al hospital fue dura para mí, no porque no me gusten los hospitales, sino porque fue la primera vez que sentí que esa, la llamada por mí "familia grande" y yo, ya no nos pertenecemos.
Las personas que antes eran cercanas a mí, ya no lo son, es más algunos son unos completos extraños. No sé de la vida de nadie, nadie sabe de mi vida. Cuando mi abuelita se muera, todo terminará, no habrá ninguna persona que pueda aglutinar a todos sus 10 hijos, nueras, yernos, 27 nietos, 5 bisnietos.
Me dio tristeza, porque tengo afectos que están ahí... y se van perdiendo.
es díficil peor mantener los afectos es trabajo continuo y debe haber ganas de todos lo lados. cuando mi abue murío nos alejamos todos y fuimos tejiendo con el tiempo otro tipo de relaciones
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