miércoles, 30 de julio de 2008

Nacimiento II

Cuando el doctor confirmó que ese era el día, me dijo que vaya que camine y regrese después del medio día. Fui a un almuerzo en que todo el mundo opinaba del embarazo y todos sabían más que yo, que la barriga está arriba que aún le falta, etc etc, yo sonreía y por dentro me deleitaba de esa manía que tenemos aveces las mujeres por opinar de todo sin miedo a interferir.

Después del almuerzo me fui al supermercado porque me faltaban algunas cosas para el hospital, observar ese relax. En el supermercado descubrí que el carrito de las compras permite una posición perfecta para pasar las contracciones, cada contracción me agarraba del carrito y seguía después.

Después de las compras, el auto en el que iba se daño... Ley de Murphy. Yo no podía esperar, la maleta para la clínica estaba en la casa. Yo tomé un taxi sola y me fui a la clínica, el taxista me veía un poco asustado y yo también sentía un poco de temor, ni loca dar a luz en el taxi, eso no me iba a pasar a mí.

3 comentarios:

  1. ayyyyyyyyy que ganas de saber el resto!! Ya puedes imaginar el "vivo interés" que le presto a esta historia jeje!!
    Un abrazo a todos y besitos a cada uno de tus 10 deditos. Disfruto miles de tus escritos...

    ResponderEliminar
  2. Wow que fresura la tuya!! a mi si me da miedito eso del embarazo , pero las mujeres que conozco han hecho su vida normal hasta el ultimo minuto...dale cuenta la 3 parte hoy mismo. Igual eres del grupo de las fuertes!! de cual sere yo??? aaaaaaaa
    un beso

    ResponderEliminar
  3. cusumba, ahí va hasta el final.

    Karla, tranquila el cuerpo está listo para todo, las mujeres somos todo terreno!

    ResponderEliminar

Gracias por pasar, comentar y leerme!