jueves, 27 de marzo de 2008

No respeto la privacidad ajena

No lo he podido evitar.
Vivo donde antes de mí vivía un concejal de Quito (alguien con un alto puesto en el municipio). Él me cae bien, eso para empezar. Resulta que a este individuo no se le ha ocurrido cambiar la dirección de su estado de cuenta bancaria. Y ayer no pude más, vi el sobre en la mesa y lo abrí, quería saber cuánto gana, cuánto le paga el municipio... y en qué gasta. Qué horror!!!! Gana bastante, pero no había depósitos de otras fuentes es decir, vive de lo que gana, y él sí puede ahorrar!

Aún no oculto las pruebas de mi delito. Qué verguenza!

2 comentarios:

  1. Hola! Gracias por visitar mi blog.

    Muy graciosa tu historia. Yo tampoco me podría haber resistido a abrir ese sobre!

    Besos :)

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  2. Jaja, bien hecho! Pero no quieres revelar cuánto gana? :)

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