Salsa al ritmo de siete

Las que hemos nacido en los países en los que el baile es importante y de alguna manera llevamos el ritmo en las venas, bailar salsa, cumbia, merengue no tiene mucha ciencia, una aprende desde niña y lo disfrutas más o menos, pero de que bailas algo.... bailas.

A mí me gusta mucho bailar, clases de baile nunca he tomado pese a que me gustaría aprender a bailar qué se yo tango, samba, sin embargo sin haber tomado clases creo que me defiendo y disfruto mucho el baile.

Con mi amiga Doris salimos a bailar, ella estaba más que preparada: zapatos de baile y vestido sensual... yo no estaba lista para lo que me esperaba.  En la puerta dijimos que estábamos en la lista de José (al que no conocíamos ni nos conocía, no estábamos en ninguna lista y la lista tampoco existía) y entramos gratis y con un ticket para una copa de cava.... maravilla!

Empezó el baile, la Doris flotaba con sus parejas y alguien me saco a bailar, lo lindo de la salsa es que se tiene que bailar en pareja y aún necesitas que alguien te saque a bailar (o sacar tú a bailar a alguien), en fin... el ritmo fluía yo lo sentía  pero NO PUDE BAILAR, y es que cuando aprendes a bailar salsa al ritmo de siente, el paso adelante luego el paso hacia atrás, las figuras programadas, levantas la mano en el tres, en el cinco te das dos vueltas.... me explico??? si no aprendiste de esa forma no puedes con alguien que sólo puede bailar contando.

Luego Doris me explicó que entendía mi frustración porque alguna vez  sintió lo mismo que yo, que de bailar feliz de la vida, llegas a un punto en donde que con las parejas locales no logras hacerlo. Ella decidió cortar por lo sano y durante un mes tomó 2 clases semanales, entendió las figuras y ahora baila perfecto, con el sabor latino pero a ritmo de siete.

Creo que trataré de seguir el consejo.