Semana 35

Después de resbalarme en las escaleras, dos morados importantes pero sin dolor en las nalgas y un buen golpe en la espalda sin morado pero con mucho dolor, he pasado mal! No he podido dormir bien, porque me dolía mucho moverme en la cama, me dolía levantarme, acostarme, caminar en cuatro patas, todo me dolía. Ahora bajo las gradas diciendo en voz alta, pasito pasito piecito manito.

He tomado pastillas de hierro cada día, aún no me atrevo a comprar un hígado y comérmelo... pero me siento mejor, la anemia es extraña, estar con una sensación de cansancio y debilidad... no se siente bien.

Este fin de semana hicieron una fiesta de bienvenida al bebé, en mi ciudad con mi familia pero sin mí!  A mí no me gustan los "baby shower", pero sí me gustan las fiestas, comer cosas ricas, tener un motivo para reunirse con muchas personas que quieres y que te quieren, esos momentos son los que valen la pena.  Yo sé que mi familia quisiera estar cerca y compartir conmigo estos momentos, seguramente, como sé que no es posible he intentado ver este proceso que vivo con otros ojos, si me pongo nostálgica me sentiría terriblemente sola y con ganas de dejar todo e irme; pero increíblemente a pesar de lo llorona puedo actuar cerebralmente y al menos intentar vivir estos momentos sin mucha tristeza (aveces se traduce en mal genio, pero al menos no es tristeza... los que viven conmigo tal vez prefieran verme triste que tan mal genio!)

Los primeros días de la semana 35 pase en 4 hasta que me dolían las rodillas, óperas y música clásica en el ipod pegado al pubis, cada OHHHHH de los cantantes la hija se revolcaba, date la vuelta date la vuelta.... pero creo que sigue igual, cabeza arriba. Esta semana tengo cita con la doña Midwife me tocará y seguramente tendré que hacerme otra ecosonografía para comprobar la posición de la bebé. No me quiero adelantar a lo que sigue, mientras mi hija esté bien yo haré lo que a mí me corresponde.

El otoño está aquí pero se ha portado bien hasta el momento, esta todo extrañamente tan seco, no hace tanto frío aún, es más parece que estoy en un día frío de Quito pero con hojas de colores diferentes.

Yo también me equivoco. No me gusta equivocarme, trato de no equivocarme pero me equivoco muchas veces, profundamente, terriblemente... humanamente.

Ayer fue la última noche en la que esta casa fue de tres personas, hoy en la tarde llega mi mamá, cuando ella se vaya vamos a ser cuatro personas en la casa, es una sensación extraña, si muchas veces no me acostumbro a vivir con una persona más, no me acostumbro a que soy mamá de uno... ahora voy a ser mamá de dos...  yo pensaba antes que estos sentimientos no existían, que cuando eres mamá ya das por hecho esta nueva relación, seguramente a algunas mujeres eso les pasa y llevan su maternidad con instinto animal, yo no, yo muchas veces me lo tengo que recordar: Nadia eres mamá.

Hoy fui a dejar al Bernardo en la escuela, estaba enojada con él y conmigo cuando salimos de la casa, caminamos una cuadra y ya nos volvimos a hacer amigos, el día estaba muy lindo, fue un momento especial, conversamos de correr maratones, de si sabe cómo llegar a la escuela sin perderse, de lo calientito que está el saco nuevo, en la escuela repasamos cómo se escriben algunas palabras, cuesta tanto deletrear en inglés!

Siento que estoy como unos días antes de menstruar, hoy no estoy contenta y la verdad es que no tengo mayores razones para así tan triste. Es un momento en el que me tomaría un vodka tónic doble, un cosmopolitan y me fumaría un tabaco en la terraza de un edificio.