Vivaldi y Blueberries

No tiene nada que ver el un tema con el otro pero hoy mientras desayunaba con mi Bernar pensaba en los dos.

Esta semana comí blueberries por primera vez en mi vida. En el Ecuador, por el clima, las bayas son escasas, en estos lares son más abundantes. No había comprado blueberries porque primero vienen muy poquitas y no son baratas, desde afuera parecen a los mortiños (una fruta que hay en Ecuador). Pero las vi el lunes, tan bonitas, menos caras que normalmente y las compré, y me las comí, y me encantaron! No son como los mortiños para nada, por fuera negro azulado morado, pero por dentro verde como el kiwi, con semillas pequeñitas, el sabor delicioso, me las imagino en un pie y deben quedar maravilla. Blueberries gusto en conocerlas.

Vivaldi: Cuando mi mamá se casó con su actual esposo, yo tenía 7 años, estaba en segundo grando. El se mudó a nuestro departamento y entre sus pertenencias trajo muchos discos, yo me acuerdo haber pasado viendo de qué se trataban, todo me daba curiosidad. Uno de esos tenía una linda portada: pinturas con las cuatro estaciones. Al vivir en el Ecuador yo soñaba con el otoño, las hojas naranjas y amarillas cayéndose... y con la primavera, aunque se puede decir que vivimos nosotros como en una eterna primavera, pero eso que todo parezca como muerto después del invierno y luego todo se llene de verde y flores me parecía taan lindo. Entonces puse el disco y trataba de adivinar de qué estación era lo que estaba escuchando. Escuche ese disco muchísimas veces en ese tiempo y me encantaba. Las cuatro estaciones de Vivaldi. Me voy a ir a la biblioteca para que el Bernar las escuche y jugar a ver si puede él puede adivinar.