miércoles, 4 de enero de 2012

Fin de nuestra lactancia.

En diciembre, al irnos de viaje, dejé a mis hijos por una semana. El Bernardo se ha quedado sin sus padres varias veces, pero fue la primera vez que la Constanza no dormiría conmigo.... y sin su senito.

Yo me angustié un poco, pero yo necesitaba ese break. Al regresar, me contaron que el que más demostró angustia fue el hijo mayor. La pequeña se emocionó con un biberón nuevo (ella aún utilizaba el biberón de recién nacida, mineatura!) y que durmió muy bien y no había sido tan terrible como todos nos imaginamos.

Cuando llegué ella quería (y yo también) lactar. Ella se acercó, succionó un poco y me dijo: Está de feo sabor, mejor dame biberón! y esa es mi historia de destete, después de felices dos años y un mes.

3 comentarios:

  1. Qué bonita historia de destete! y qué lenguaje el de esa niña para haber dicho una frase tan articulada, jajaja. Hace rato no pasaba por acá, un abrazo!

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  2. Wow! Lindo saber qué opinaba al respecto.
    ¡Feliz año! Y feliz regreso.
    Ya te echaba en falta.
    Un abrazo,
    A.

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  3. Wow, increible. Es la historia mas bonita que oido en bastante tiempo! La tengo que anotar ;)

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